miércoles, 20 de junio de 2007

Relato breve (sin título), por Yannina Palacios

En el otoño de 18... mientras viajaba por las provincias meridionales de Francia, mi camino me condujo a pocas millas de cierta Maison de Santé, o manicomio privado, del cual mucho había oído hablar a mis amigos médicos de París.

Me contaron allí que no hace mucho el lugar se había incendiado y que el fuego había comenzado en la habitación de un paciente.

Por lo visto y con su total locura, inconsciente de lo que hacía, prendió fuego al colchón. Nadie se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo, ya que el lugar a altas horas de la madrugada, quedaba solitario.

El humo llegó hasta los detectores de incendio, activando la alarma. La oyó uno de los encargados de seguridad que se encontraba casi con un pie afuera. Se dirigió hacia el lugar en donde sonaba. Gritos de pánico salían de allí, hasta que de pronto se dejaron de oir. Luego volvieron a oirse los gritos con mayor fuerza y al parecer más cerca se repitieron por tercera vez con mayor intensidad.

Cuando el de seguridad llegó a la reja que dividía los dos mundos, se encontró con que la llave no estaba en su sitio. Ya casi no quedaba tiempo. No había manera de romperla. El humo empezaba a adueñarse de la vida de las personas que se encontraban allí y de la suya.

Las cosas tenían que hacerse rápido, pero al fin, tras escapar por una cloaca, uno de los prisioneros logró poner en libertad a los demás.

Yannina Palacios, 3ro. 3ra.